En la reciente conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó avances significativos en el Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar, un ambicioso plan que tiene como objetivo construir un millón de viviendas en todo el país, con el propósito de brindar estabilidad y mejorar la calidad de vida de las familias mexicanas.
Una Meta Ambiciosa: El programa tiene dos enfoques principales. Por un lado, 500,000 viviendas estarán destinadas a los derechohabientes del Infonavit, garantizando que quienes han aportado a este sistema puedan acceder a una vivienda digna y asequible. Por otro lado, las otras 500,000 viviendas serán para personas que no cuentan con el acceso a este beneficio, abriendo oportunidades para sectores que hasta ahora han quedado fuera de los programas tradicionales de vivienda.
Metas para 2025: El gobierno ya ha planteado objetivos claros para el corto plazo. Para el 2025, se espera alcanzar la construcción de 120,000 viviendas nuevas y llevar a cabo 100,000 mejoramientos habitacionales en el Estado de México. Esto no solo permitirá que más familias accedan a una vivienda digna, sino que también impulsa la economía local y regional, generando empleos en las áreas de construcción y mejoramiento.
Reserva Territorial Asegurada: Para lograr esta meta de un millón de hogares, se ha asegurado una reserva territorial de 225 predios distribuidos estratégicamente en diferentes estados. Estas reservas permitirán la construcción en zonas con acceso a servicios, infraestructura y conectividad, lo cual es fundamental para fomentar el desarrollo y mejorar la calidad de vida de los futuros habitantes.
¿Qué Significa para las Familias Mexicanas? El Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar busca transformar la vida de miles de familias que hasta ahora no han podido acceder a una vivienda propia o en buenas condiciones. Además, se enfoca en la creación de comunidades con servicios esenciales y entornos adecuados, promoviendo así el bienestar integral.
Este proyecto se enmarca en una serie de políticas públicas orientadas a cerrar la brecha de desigualdad habitacional, asegurando que las familias más vulnerables tengan acceso a una vivienda que les permita vivir de forma segura y digna. Se espera que este programa sirva también como modelo de desarrollo urbano sostenible en los próximos años.