Maggie Smith, una de las grandes leyendas del cine y el teatro británicos, falleció este viernes a los 89 años, según informó su familia. Conocida por su papel como la profesora Minerva McGonagall en las películas de Harry Potter y como la icónica Violet Crawley en Downton Abbey, Smith dejó una huella imborrable en la industria del entretenimiento.
A lo largo de su ilustre carrera, la actriz ganó dos premios Oscar: uno por The Prime of Miss Jean Brodie en 1970 y otro por California Suite en 1979, además de obtener ocho premios Bafta y otras cuatro nominaciones al Oscar.
Una vida de éxitos y personajes memorables
Con una carrera que abarcó más de seis décadas, Maggie Smith fue aclamada tanto por sus interpretaciones dramáticas como por su afilado humor en roles más ligeros. En Harry Potter, su interpretación de la estricta pero entrañable profesora McGonagall la convirtió en un referente para varias generaciones de espectadores. Su característico sombrero de bruja y su papel como una mentora firme pero justa fueron fundamentales para la historia mágica de Hogwarts.
En Downton Abbey, Smith dio vida a Violet Crawley, la condesa viuda de Grantham, una matriarca que con sus ingeniosas réplicas y comentarios mordaces se ganó el corazón de los seguidores de la serie. Su habilidad para mezclar el sarcasmo con la vulnerabilidad hizo que su personaje fuera uno de los más amados de la producción.
Maggie Smith no solo brilló en la pantalla, sino también en los escenarios teatrales de Londres y Nueva York, donde forjó una reputación como una de las actrices más versátiles y respetadas de su generación.
Su fallecimiento deja un vacío en el mundo del cine y la televisión, pero su legado perdurará a través de sus icónicas actuaciones.