Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, fue brutalmente asesinado y decapitado, tan solo una semana después de asumir el cargo. Este trágico hecho ocurrió pocos días después del asesinato del secretario general del ayuntamiento, Francisco Tapia Gutiérrez.
El hallazgo fue reportado alrededor de las 17:00 horas en la colonia Guerrero, donde la cabeza del alcalde fue encontrada sobre el toldo de una camioneta Volkswagen Robust. La gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, condenó el homicidio y ordenó incrementar los operativos de seguridad en la zona.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), al cual pertenecía Arcos Catalán, también lamentó su muerte, señalando la violencia que ha sacudido al equipo del alcalde en días recientes. La Fiscalía General del Estado ya ha iniciado una investigación por homicidio calificado, buscando esclarecer el crimen y detener a los responsables.
Este asesinato se suma a una ola de violencia que ha golpeado a funcionarios del ayuntamiento. Desde el 27 de septiembre, miembros del equipo de Arcos, incluyendo el exmando de la policía estatal Ulises Hernández Martínez y el secretario general del Ayuntamiento, han sido asesinados.
