El feminicidio de Liliana Guadalupe, una niña de 12 años que vendía dulces y frituras en las calles de Tuxtla Gutiérrez, ha conmocionado al estado de Chiapas. Liliana desapareció el 19 de octubre mientras realizaba sus ventas y fue hallada semienterrada en el patio de una vivienda cuatro días después.
La Fiscalía General del Estado identificó al presunto feminicida, Víctor José Carrera Mayor, y ha ofrecido una recompensa de 500 mil pesos a quien brinde información que ayude a localizarlo y presentarlo ante las autoridades. La imagen del sospechoso se ha viralizado en redes sociales, generando una amplia búsqueda.
Colectivas feministas han convocado a una marcha de protesta para el próximo lunes, con lemas como “Las niñas desaparecen y la Fiscalía no hace nada” y “Las niñas no se tocan”, haciendo un llamado a la sociedad en general para unirse a la causa.
La colectiva feminista 50 más 1, que monitorea casos de feminicidios en Chiapas, ha calificado el caso de Liliana como un crimen atroz, subrayando que este es el tercer feminicidio de niñas en el estado en lo que va del año. Adriana Guillén Hernández, de la comisión a Una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, advirtió sobre la violencia extrema que se vive en Chiapas, especialmente en los municipios fronterizos con Guatemala, donde se han documentado 12 feminicidios de mujeres de identidad desconocida.
La Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias) denunció la “omisión” de las autoridades en la búsqueda de la menor, afirmando que el caso refleja la incapacidad del Estado para realizar búsquedas efectivas de víctimas de desaparición. La familia de Liliana, junto con vecinos y la colectiva Madres en Resistencia, emprendió sus propias acciones de búsqueda ante la falta de respuesta de las autoridades.
En un comunicado, Redias exigió una investigación rápida e imparcial, así como el castigo a los responsables del crimen contra la menor, quien fue vista por última vez en la colonia Colón, donde solía vender junto a su familia.