México es reconocido a nivel mundial por sus colores, su brillo, su gastronomía, tradiciones ¡y sus fiestas!
Una de la festividades más populares qué nos caracterizan con más fuerza, es la del Día de muertos; el día 2 de noviembre, fecha en que esperamos a nuestros familiares difuntos honrándolos con altares, alimentos y artículos de su preferencia pero esta celebración no se limita a conmemorar la vida de las personas que ya no están con nosotros pues unos días antes, inicia la primera ofrenda, específicamente el día 27 de octubre para aquellos seres no humanos que han pasado a otra dimensión y con quienes compartimos experiencias y momentos de gozo; nuestras mascotas, cualquiera que haya sido su especie, raza, etcétera.
El día 27 muy temprano se deben colgar papeles de colores, fotografías de la mascota, su correa, su collar, su juguete y los alimentos de su preferencia porque al llegar la tarde, el altar debe estar listo para recibirlos, empiezan a llegar las mascotas fallecidas a los que en vida fueron sus hogares, disfrutan de la presencia de sus dueños y de los artículos que colocaron para recordarlos.
Las ofrendas a las mascotas difuntas son las que marcan el inicio de la festividad del Día de los fieles difuntos ya que dentro del folklore mexicano se tiene la creencia de qué son los animales quienes esperan a sus dueños en el otro mundo ayudándolos a sortear caminos difíciles, cruzar un río caudaloso y los guían finalmente hasta su lugar de descanso.
