Gavin Lux empató el juego y, dos turnos después, Mookie Betts dio la ventaja con elevados de sacrificio en la octava entrada. Con una remontada impresionante de cinco carreras, los Dodgers de Los Ángeles derrotaron 7-6 a los Yankees de Nueva York y se proclamaron campeones de la Serie Mundial por octava vez.
Los Yankees de Nueva York, liderados por Aaron Boone, buscan extender su racha de triunfos tras un sólido desempeño en el cuarto juego de la serie, celebrado en el Yankee Stadium. Desde el inicio, los Yankees mostraron determinación al anotar rápidamente. En la primera entrada, Juan Soto recibió un pasaporte de Jack Flaherty, lo que permitió que Aaron Judge conectara un cuadrangular al jardín central, poniendo el marcador 2-0. Jazz Chisholm siguió con un jonrón solitario, aumentando la ventaja.
Los neoyorquinos continuaron atacando, y un hit de Alex Verdugo al jardín derecho permitió que Volpe anotara, incrementando la diferencia a 4-0. En el cierre del tercer inning, los Dodgers reemplazaron a Anthony Banda por Ryan Brasier, pero Giancarlo Stanton no tardó en castigar el primer lanzamiento con otro cuadrangular, estableciendo un 5-0.
A pesar de la fuerte actuación del abridor Gerritt Cole, los Yankees enfrentaron problemas en la quinta entrada. Una serie de errores, primero de Aaron Judge y luego de Jazz Chisholm, llenaron las bases para Cole. Un rol de Mookie Betts dejó sin oportunidad a Rizzo para hacer el out, permitiendo que Kiké Hernández anotara. Freddie Freeman impulsó otras dos carreras con un sencillo, y Teoscar Hernández empató el juego con un doblete al central, dejando el marcador en 5-5.
En la parte alta de la octava entrada, los Yankees enfrentaron dificultades con el relevo de Tommy Kahnle, quien permitió sencillos y un pasaporte que llenaron las bases. Gavin Lux logró un fly de sacrificio que permitió el empate a 6, dejando el resultado abierto para las últimas entradas del juego.