l primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó como «absurda» y «antisemita» la orden de arresto emitida en su contra por la Corte Penal Internacional (CPI) el 21 de noviembre.
La decisión también incluye a su exministro de defensa, Yoav Gallant, y a líderes del grupo Hamás, acusándolos de crímenes de guerra y contra la humanidad relacionados con la guerra en Gaza y los ataques de octubre de 2023.
¿Qué dice la CPI?
El tribunal consideró que existen «motivos razonables» para creer que Netanyahu y Gallant privaron deliberadamente a la población civil de Gaza de bienes esenciales para su supervivencia, como alimentos, agua, medicinas, combustible y electricidad. Estas acciones ocurrieron en el contexto de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás en octubre.
Además, el fiscal de la CPI, Karim Khan, señaló que tanto las fuerzas israelíes como Hamás habrían cometido graves violaciones al derecho internacional, lo que justifica la emisión de las órdenes de arresto.
Reacciones de Israel y sus aliados
Netanyahu y otros líderes israelíes condenaron la decisión, calificándola de «vergonzosa» y «parcial». Según el primer ministro, la CPI actúa con sesgo antisemita al ignorar las acciones de Hamás, a quienes acusa de usar a civiles como escudos humanos y lanzar ataques indiscriminados contra Israel.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también criticó al tribunal y reiteró su apoyo al derecho de Israel a defenderse, subrayando la relación cercana entre ambos países.
Hamás también en la mira
La orden de la CPI incluye a líderes de Hamás, acusándolos de ataques deliberados contra civiles israelíes y de emplear tácticas que aumentan el sufrimiento de la población de Gaza. Sin embargo, muchos de los altos mandos de Hamás, incluido Yahya Sinwar, líder máximo del grupo, han muerto durante el conflicto, lo que complica la ejecución de las órdenes.
Implicaciones de la decisión
Aunque esta medida convierte a Netanyahu y Gallant en sospechosos buscados internacionalmente, sus efectos prácticos podrían ser limitados. Israel y Estados Unidos no son miembros de la CPI, lo que dificulta la detención de los acusados. No obstante, esta acción podría aumentar el aislamiento internacional de Netanyahu y complicar los esfuerzos por negociar un alto al fuego.
Un conflicto prolongado
La orden de la CPI se da en medio de un conflicto que lleva 13 meses y que ha dejado miles de muertos y desplazados en Gaza. Las tensiones entre Israel y Palestina han alcanzado niveles críticos, con llamados internacionales para un cese al fuego y el inicio de negociaciones de paz.
Mientras tanto, la decisión de la CPI pone nuevamente en el centro del debate la necesidad de un mecanismo efectivo para responsabilizar a las partes por las violaciones a los derechos humanos en uno de los conflictos más prolongados del siglo XXI.
