En una contienda marcada por una alta participación y profundas divisiones políticas, Donald Trump ha ganado las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024, asegurando un regreso histórico a la Casa Blanca. La victoria de Trump, el candidato del Partido Republicano, confirma su capacidad para mantener el apoyo de su base y capitalizar el descontento en varios sectores del electorado estadounidense.
Trump, quien anteriormente ocupó la presidencia entre 2017 y 2021, centró su campaña en temas de seguridad fronteriza, economía y una política exterior que, según él, “volverá a hacer a EE.UU. fuerte”. También hizo énfasis en reducir la inmigración ilegal, una promesa clave que ahora se espera impulse en su segundo mandato.
Kamala Harris, la vicepresidenta en funciones y candidata demócrata, reconoció su derrota y felicitó a Trump en una breve llamada telefónica, destacando la importancia de una transición pacífica del poder y deseándole éxito en su gestión para todo el país.
Este triunfo de Trump significa que EE.UU. verá cambios significativos en políticas nacionales e internacionales, con una Casa Blanca que ha prometido una línea más dura en comercio, migración y seguridad. La noticia ha generado una ola de reacciones tanto en el país como en el extranjero, mientras los ciudadanos y líderes mundiales observan de cerca los primeros pasos del presidente electo en su retorno al poder.